14/11/08

0.5 Necesito un Aumento!

Durante años me preguntaron y me seguirán preguntando, con razón, acerca de los “aumentos” de un telescopio.
Es lógico que uno lo piense así, por que al fin y al cabo nos parece que para ver un planeta que invisible a simple vista necesitaríamos mas de….mil aumentos?
Y una galaxia? -Ah, no quiero imaginarlo…un millón de veces más grande…seguramente.
Y esto, se une a la pregunta ¿Hasta donde puedo ver con este telescopio??

Lo primero para la observación del cielo, es pensar no en distancias a las que se encuentran los Planetas, las Estrellas, las Nebulosas, las Galaxias y otras cuantas cosas muy interesantes para ver, sino, la distancia angular entre estas o su “tamaño” en lo que a ángulos se refiere.
Pero, de que estamos hablando? Un ángulo, formado con qué? Obviamente el vértice somos nosotros; Nuestro Ojo Observador, “El ángulo que subtiende el vértice anterior de nuestro ojo con el punto-objeto A y el punto-objeto B y” diría un experto en ángulos, al que no necesitaremos, por ahora.
A simple vista, sabemos que de norte a sur o de este a oeste, el cielo abarca 180°, y dentro de los “tamaños angulares” que abarcan los objetos astronómicos en el cielo, la Luna, es la más visible, con aproximadamente ½ ° de tamaño “aparente”. Exacto, el Sol tiene prácticamente el mismo tamaño en lo que a ángulos nos referiremos. El tamaño aparente de los objetos, es lo que nos interesará ahora.
Imaginen viajar a la luna, y ya a unos 3.500 kilómetros de nuestro satelite natural, justo cuando la simpatiquísima azafata de los vuelos aeroespaciales nos pide que nos ajustemos los cinturones, nos cuenta que estamos arribando y en destino reina una temperatura de unos agradables 123° al calido Sol, se nos ocurre echar un vistazo por la ventanilla, y se nos aparece una gran esfera blanca, encandilante que casi abarca todo nuestro campo visual, llena de cráteres, cadenas de montañas…bueno, así vemos la Luna a través de un nada sofisticado telescopio aumentando “apenas” unas 90 veces su tamaño, ahorrándonos un carísimo viaje espacial que atraviese la “estratosfera”, lástima, la azafata...

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